Decir Baiona en este momento es sinónimo de fuego, de humo, de bosque quemado, de dolor y lágrimas. De impotencia y sin sentido. Por eso, quizás es el mejor momento de apostar por ella de forma valiente, decidida y tranquila. Llueve, llueve a mares y ésa es la mejor noticia. Lo han conseguido, los pirómanos han destrozado mi tierra, la han calcinado por los cuatro costados y nos han expuesto de tal manera a las lenguas de fuego, al pánico y al terror que pueden estar celebrándolo, sin duda.
Uno de los incendios que arrasó Baiona
Pero esta mañana triste, este día después de la barbarie yo quiero serenarme y compartir con vosotros los encantos de una pequeña Villa marinera allá por el sur de Galicia que no sólo ha sabido combatir con heroicidad el horror. También ha entendido que había que cerrar una puerta y abrir la siguiente, la de la recuperación, la del mañana ya es más importante que el hoy. Llueve, son lágrimas del cielo absorto por tanta miseria humana, por tanto dolor extremo.
Urbanización Las Estelas de Baiona
Vivir es estar expuesto siempre, pero esto parece una locura, un hecho irreal producido por dementes que en busca del desastre masivo han calcinado Galicia. Lo que no se imaginaban era que la respuesta de los buenos, de la gente sencilla, trabajadora, sensata y de bien iba a ser tan soberbia. Pensado, meditado. Sabían dónde, cuándo y a qué hora. Lo sabían todo. Sabían dónde destrozar el alma marinera.
Las llamas avanzaron a una velocidad de vértigo
Lo que no sabían era la marea humana de personas anónimas que salimos a la calle a combatirlos a ellos y al fuego. A ellos y al miedo. A ellos y al horror convertido en una gran bola naranja de fuego. Duele el alma. Es un dolor intranquilo, viendo que aquella llama se reanima, viendo que te desalojan de tu casa, viendo y sintiendo que te queman las entrañas. Y no encuentras consuelo, no lo hallas al amanecer cuando el romper de las olas te arrastra a la verdad de las llamas. Galicia está quemada.
El fuego avanza rápidamente
Dolor e impotencia
Sí, vuelvo al principio para deciros que hoy toca serenarse y mirar al cielo. Llueve, llueve a mares y lo hace en esta maravillosa pequeña Villa, Baiona, a la que le va a costar reencontrar su identidad. El olor no engaña, te resigna. Comprobar con tus propios ojos hasta dónde llega la miseria humana es trágico, pero lo bello no sólo está en el resurgir, también en cómo lo vamos a hacer. Hoy quiero poner mi pequeño grano de arena para invitaros a venir a vernos. Sabiendo, sin duda, que el momento no puede ser peor, pero que es en ellos cuando se necesita que aquellos que nos conocéis, volváis. Y los que no, que os arméis de valor y complicidad y os acerquéis a seguir haciendo grande nuestra historia, nuestra tierra.
Un puente hacia el resurgir de las cenizas
No me salen las palabras, no encuentro las respuestas, pero alguien una vez me dijo que nada ilustra mejor el todo que una imagen. Hoy, con la maleta en el coche, el dolor en el alma, las lágrimas en los ojos y la mañana abriéndose paso, os dejo algo más que el desastre. Venir a Baiona. Baiona os necesita para su resurgir de las llamas, de las cenizas, de la desolación y la miseria humana. Os esperamos. Más que nunca… ¿Me acompañas?
Ha sido tremendo, q imágenes tan desoraladoras y duro vivirlo tan de cerca ….
Qué te voy a decir a ti, Cíes. Toda mi solidaridad y cariño para nuestra tierra y gracias por seguir apoyándome. Un abrazo fuerte.
Que tristeza, aún no siendo gallego duele, vaya que si duele. El ser humano bipolar, en estos momentos viendo lo peor, quemando su tierra y su vez lo mejor, personas que apoyan incondicionalmente a la solidaridad a su pueblo a su tierra……Dar todo mi apoyo y mi enérgia positiva, al pueblo gallego, un gran pueblo humilde, luchador y lleno de gente maravillosa.
Todos los que conocemos algún gallego sabemos que tenemos a un ser especial, a un ángel a seres radiantes llenos de luz de amor. Espero y deseo que este pueblo se recomponga pronto del fuego de la desolación del sufrimiento. Animo¡¡¡¡¡
Desde a profundidade do meu corazón a sorte de todos os galegos
Qué maravilloso comentario, Raúl. Los gallegos agradecemos tantas muestras de cariño y solidaridad. La tuya, especialmente bella. Gracias por tanto. Un abrazo enorme y feliz de que seas el primer hombre en compartir tus impresiones en mi blog.
Cuánta razón tienes, Nati Pérez. Cuánto dolor. Muchas gracias por compartir un comentario tan bueno y sensible. Resurgiremos de las cenizas. Un abrazo enorme
Las gracias te las damos a ti por este magnífico post que has hecho sobre esta villa, Baiona. Quedará en el recuerdo como un día infernal.
Sin ninguna duda. Gracias por tanto, Nati Pérez. Y mucho ánimo. Todo mi apoyo y cariño. Con vosotros.
Lo que más me gusta de nuestra Galicia es su olor, el olor a monte, el olor a río, el olor a mar, el olor a salitre que puedes saborear,el olor a niebla, el olor a naturaleza pura, y eso es vida…
Han pasado cuatro días de esta barbarie y este paraíso idílico desprende el olor del fuego,el olor de humo,el olor de la destrucción, el olor del miedo,el olor de la angustia, el olor de la desesperación, el olor del dolor…
Nos merecemos que esto no vuelva a ocurrir. Esperemos que tomen las medidas necesarias.
Me quedo con esa preciosa imagen,ese atardecer. Maravillosa puesta de sol. Gracias por compartir, un abrazo enorme